A mediados de octubre 2013 el director Quentin Tarantino declaró que “Big Bad Wolves” era la película que había visto -en lo que llevaba de año- que más le había gustado de todas.
Muchos críticos la menosprecian con frases del estilo:
Otros la alaban:
Pues yo me quedo con estos últimos. No me extraña que sea del agrado de Tarantino, es sangrienta, cruel, siniestra. Pero con un sentido del humor sutil en situaciones en las que cualquiera se mearía en los pantalones. Ahora que están de moda los subgéneros yo la calificaría (según mi noble criterio) como comedia negra vengativa, de la que quizás sea su única integrante.
Todo gira alrededor de la venganza y de la excitación de los bajos instintos. De ¿cuál es el límite? ¿yo llegaría a eso?, claro que con lo facilón que soy a la hora de empatizar con cualquier película que veo, me pongo a dar vueltas a las tramas y quizás me paso de rosca y no veo lo que realmente tengo en las narices. Cosa que no ocurre siempre ni con todos. Afortunadamente.
De destacar la última media hora donde los directores acumulan casi toda la carne del asador y de su especial punto de vista a un tema tan manido como la pedofilia, la violencia policial, las víctimas…
Se deja ver.
Un comentario en «Big Bad Wolves. O la película del año para Tarantino. 2013»