Todo negro y todo danés. Transcurre en Dinamarca, con actores, creación y producción danesa. Su creador, Søren Sveistrup, nos presenta en veinte capítulos (en su primera temporada) una historia sobre el asesinato y violación de una adolescente que aparece en el maletero de un coche sumergido en un lago.
Los aderezos son los que dan calibre a esta serie. El principal sospechoso, a priori, es un candidato a la alcaldía de Copenhague en plena campaña electoral. Empieza a tomar forma un caso políciaco de gran repercusión.
Una familia, la de la víctima, consternada y trastocada psicológicamente, combinada con el funcionamiento de los centros de enseñanza, con la organización de la policía y con la mencionada política. Un caldo de cultivo para que los muchos y diversos intereses actúen en diferentes sentidos. Destaca la presentación del funcionamiento de la política danesa, no tan diferente de la española, en cuanto a argucias y maniobras para obtener y conservar el poder. Algo muy alejado del utópico funcionamiento que se nos vende de los sistemas políticos nórdicos.
Una estructura policial servil al poder establecido pero que cuenta en su haber con miembros como los inspectores Lund y Meyer, diligentes trabajadores fieles a su cometido, al margen de presiones políticas. La inspectora Sarah Lund, obcecada con el caso, no duda en prescindir de los procedimientos legales establecidos con el objetivo de llegar a conocer la verdad, posición que la acerca a la imagen del detective estereotípico en busca de la justicia.
El ambiente, obrero y cotidiano, austero y triste, alejado de la riqueza que ostenta el poder, se enmarca en la climatología nórdica que nos hace gozar de días lluviosos, fríos y nublados propios del norte, donde la oscuridad es la principal protagonista.
En su favor, decir las nominaciones a los Emmy del 2007 y 2008 a la mejor actiz para Sofie Gråbol (Fortitude) y mejor serie internacional, y también el premio Bafta obtenido como mejor serie internacional en 2011. Tal es su repercusión que el remake americano ya se realizó bajo el título The Killing.
En su contra, quizás un exceso de capítulos para esta primera temporada, pero que no llega a cansar. La expectación que consiguen con el cliffhanger de cada capítulo va en aumento sin dejarla caer nunca en la apatía.
La vi hace unos pocos años y me pareció fenomenal. Por cierto, no sé si sabes que hay una versión americana. Se titula «The killing» y aunque está muy bien, ésta es mucho mejor.
Me llama la atención el tratamiento de la política que en esta serie, como dices, es muy similar la española en lo que a chanchullos y demás se refiere, sin embargo, «Borgen» da una idea muy diferente, considerando allí grandes delitos cosas que aquí están a la orden del día y ni salen en la prensa.
Un abrazo.
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Hola Rosa, ya es la segunda persona que me recomienda Borgen. Tendré que echarle mano. Gracias por pasarte. Y de política y justicia española…..mejor lo dejamos para otro día.
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Borgen no es muy negra, pero creo que igual te gustará. Allí sí que saben lo que es pactar y ceder. La tendrían que ver nuestros políticos.
Un abrazo.
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De todas maneras, si me dices que está bien. Lo político también me gusta. Recuerdo lo bien que lo pasé con House of cards.
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Muy buen post, Josevi. Gracias por la aportación. Habra que echarle un vistazo. Por cierto, enhorabuena por tu blog y tus portadas.
Espero que sigas así en 2016.
Un abrazo.
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Rara avis.
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