Los británicos vuelven a la carga. Tras una clase de historia con The Crow, Downton Abbey o Taboo, retornamos a la realidad negra en la línea de Happy Valley , actual, de tiempos modernos, una pandilla de la comisaría de Manchester, reino y sede, profundamente humanos con su cotidianidad terrenal como bandera. Una serie sin grandes fuegos artificiales que va luchando por su hueco tributario al boca a boca en la marabunta seriéfila.
Una patada a la postiza seriedad de muchas series policíacas. He llegado a creer que su única finalidad era rechazar cualquier tipo de gravedad y circunspección utilizando sabiamente la construcción de diálogos y sus herramientas para eliminarla. Fuera melodramatismos innecesarios con una sola frase o una sola imagen, porque en esto de la representación visual, una imagen suple a mil palabras.
Para ello están la inspectora Vivienne Deering, oronda, desprejuiciada y práctica en cuanto al funcionamiento del mundo de de la investigación criminal. Y las detective Dinah y Joy, de distintos temperamentos pero con unas ideas claras de su misión en este cuerpo policial. Tres mujeres, diferentes pero cómplices si nos atenemos a la resolución de la primera temporada. El plantes se completa con dos hombres el detective Spike criado en los bajos fondos y de amplio bagaje policial y el jefe McLaren supeditado a la buena imagen de la policía metropolitana. Y no se acaba en ellos, todo un plantel de los más variados géneros humanos y policiales.
Yo que soy poco dado a segundas temporadas, No Offence me convenció indiscutiblemente a continuar con ella. Dos temporadas con tramas muy diferentes, una de implicaciones más personales y otra con las bandas mafiosas con telón de fondo. Recomendables ambas, por geniales, por políticamente incorrecta. Ocho capítulos de sesenta minutos. Ligera y especial, dos adjetivos al pelo.
Nominada a los premios BAFTA 2016 a la mejor serie dramática, ha sido creada por Paul Abbott entre cuyos logros se encuentra la inclasificable Shameless.
La he visto. me ha gustado mucho, pero la traducción de los subtítulos es muy mala en la versión que he visto. Una pena porque la serie está muy bien y el personaje de Viv es alucinante y totalmente fuera de los cánones.
Buen consejo.
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Uña lástima lo de los subtítulos.
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Apuntada queda y si la crea el mismísimo creador de Shameless y si es políticamente incorrecta, ¿qué más se puede pedir?
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Suficientes garantías ¿verdad?
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