Detectives bajo el franquismo en el cine español.

El franquismo contra la figura del detective.

Marlowe interpretado por Bogart

El detective ha sido un pilar básico en el cine negro. En Estados Unidos la profusión de su figura llevó a crear verdaderos mitos como Spade o Marlowe. Sin embargo, en una España recién salida de la guerra civil, y con una censura franquista encargada de velar por la senda ideológica elegida para el pueblo español, el detective no era un personaje ni útil ni bien visto.

Esta incompatibilidad de la dictadura con el personaje se produce por varios motivos ideológicos.

En primer lugar, su misma existencia ponía de manifiesto cierta incompetencia de la policía, era inadmisible que la población tuviera que recurrir a un detective porque aquélla fuera incapaz de resolver un asunto en cuestión. Ni mentamos la posibilidad de corrupción.

Fotograma inicial de la película Brigada Criminal de Ignacio F. Iquino. 1950

Para justificar sus actuaciones el detective necesitaba indagar en el entramado social en el que se movía realizando, a veces sin pretenderlo, una crítica social de su entorno únicamente con mostrarlo, máxime si lo hacía a través de los ojos de ciudadanos o incluso de los delincuentes, aspecto tampoco muy agradable a ojos de la censura, que debía impulsar el «todo está bien» y el «aquí no pasa nada».

Tampoco se podía consentir fomentar un tipo social que se basaba en la ambigüedad, en cierta marginalidad. Típicos son los casos en los que el investigador desconfiaba de su cliente, que a su vez recurría a sus servicios porque tenía algo que ocultar, contando verdades a medias, y persiguiendo fines poco elogiables cuanto no directamente delictivos siempre al margen de las autoridades.

A menudo los rompecabezas a los que se enfrentaba el detective acababan convirtiéndose en problemas morales, lo que provocaba que se situara del lado de los marginados y más débiles en contraposición a los poderosos y adoptando posturas éticas muy particulares desacreditando a la autoridad y la justicia.

 Todo ello hizo que el personaje del detective/investigador, hasta en su vertiente más trivial fuera en nuestro cine residual y eludida.

Pero aún así se consiguió llevar adelante alguna película basada en su figura, despojándolas primero de las cualidades que hacían interesante al tipo de la gabardina y whisky en la mano. El resultado fue tan opuesto al arquetipo que clasificarlas como de cine negro o policial sería un tanto ofensivo para el resto del género. Yo creo que se sería mejor incluirlas en las listas de comedias.

Os quería hablar de tres películas en particular. La lupa de 1955, Detective con faldas, de 1962, y Crimen imperfecto, ya en 1970 al final de la dictadura. La primera dirigida por Luis Lucía, la segunda por Ricardo Núñez, y la tercera dirigida y protagonizada por Fernando Fernán Gómez.

La lupa, cuenta las peripecias de dos desgraciados que abren una agencia de investigación pensando en forrarse. Es una sucesión de casos independientes con finalidad moralista y humor blanco. En esencia trata de preservar la moral: el marido infiel en realidad no lo es, el cazadotes en realidad está enamorado y el malvado empresario tiene, en contra de las apariencias, un buen corazón.

Crimen imperfecto, cuenta la historia de Salomón (Fernando Fernán Gómez) y Torcuato (José Luis López Vázquez) que heredan del tío de uno de ellos una agencia de detectives encargada de asuntos prematrimoniales. Un asesinato, o lo que parece serlo, y su intento de esclarecimiento es el argumento de una película inmersa en la España desarrollista de los sesenta utilizando el sitecom como modus operandi y la minifalda como obsesión del españolito. Nada de cine negro, comedia de situación donde los protagonistas se ven abocados a resolver acontecimientos que les vienen grandes. Habrá quien quiera ver algo en ella pero no deja de ser el tipo de película que le ha dado mala fama a nuestro cine y que tanto cuesta de eliminar.

Por último, Detective con faldas se basa en la figura del escritor metido a detective. Es un espécimen un tanto raro, rodada en París y protagonizada por una gran Mary Santpere muy comedida en el papel de escritora de novela negra al estilo de una Miss Marple pero extrovertida y atrevida que se encargará de resolver un asesinato en que se encuentran implicados tanto su hija como su yerno. Adjudicar este papel a una mujer es uno de los aspectos destacados de la película. Quizás por ello la cinta hubo de rodarse en París, detective y mujer era demasiado para situarla en cualquier lugar de España.

Es la única película de las tres basada en una novela «Napoleón llega en el Clipper» de Luisa María Linares, escritora asociada principalmente a la novela romántica.

Y que además se puede ver libremente en youtube.

Una figura tan icónica, la del detective, que nos fue privada en el cine español por la censura de la dictadura franquista, como de tantas otras cosas.

Publicado por

Josevi Blender

Absorbido por la novela y el cine, eso sí, negros.

4 comentarios en «Detectives bajo el franquismo en el cine español.»

  1. Cuando yo era niña y veía las películas americanas, pensaba que lo de los detectives era algo propio de allí, como las hamburguesas que para mí eran de lo más exótico y hasta las busqué en un diccionario enciclopédico que tenía mi padre. Lo más gracioso es que llevaba toda la vida comiéndolas bajo la denominación de filetes rusos.
    Lo mismo pasó en la novela. Como bien dices, con la policía había bastante. Eran hábiles y honrados, y además, casi innecesarios porque aquí en la Reserva Espiritual, no había delitos ni delincuentes.
    Interesante entrada.
    Un beso.

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