Leyendo la sinopsis de esta primera novela de Sophie Hénaff caí en el error de pensar que estaba ante un nuevo Dortmunder, una variante de las crook stories de mi adorado Westlake, esta vez no con una banda de delincuentes, sino de una banda de policías, pero me esperaban sorpresas…
Tomando como premisa la creación de una brigada en la policia parisina compuesta por los desechos funcionariales del 36 del muelle de les Orfèvres, la señora Hénaff nos presenta inicialmente un grupo heterogéneo de personajes estrambóticos:
La jefa Anne Capestan, comisaria de gatillo fácil junto con el teniente Torrez, un gafe del que huye todo el mundo, con el comandante Lebreton, ex-asunto internos, con la capitana Eva Rosière, además de policía estrella de la novela negra, rica y generosa, de exquisitos gustos, y con otros policias de carácteres difíciles conforman una brigada creada por el jefe de la policia Buron.
Pero Buron tiene otra cosa en la cabeza, ya se sabe que los objetivos de los jefes tienen sus motivaciones ocultas y éste no iba a ser un caso especial. Buron sabía lo que quería cuando formó este experimento de policías desahuciados, y no era en balde.
La brigada, herida en su orgullo, pone toda la carne en el asador, intenta sacar lo mejor de sí misma, se empeña en demostrar que sólo es fruto de la casualidad que pertenezcan al grupo más denostado de toda la policía parisina.
Lo más destacable de esta novela es la facilidad con la que la autora nos lleva de la mano desde la parodia, la cotidianidad de vidas de policias con sus carácteres y problemas, quizás más parecidos a la realidad de lo que podría parecer, hacia las profundidades de un caso con raíces en el pasado, una fórmula que muchos autores utilizan cada vez más como argumento y base de sus novelas. Un hecho acaecido en un pasado remoto que sale a la luz transcurrido el tiempo. Y en este caso, el suceso es de lo más truculento. No nos damos cuenta del momento de la novela en que el punto irónico desaparece para dar paso a la transcendencia de la labor policial.
Una novela fresca al principio, dura al final, con una transición gradual de un planteamiento al otro para hacer que nos asomemos nuevamente a las oscuridades del alma humana, como buena polar.
Y eso es una puñalada trapera por la espalda. En el buen sentido, si lo tiene.
Lo terminé el domingo y me parecio muy original y «simpática»
Me pareció muy cinematográfica y sguro que podría ser una buena película.
Me gustó un montón y me enganchó hasta el final.
Una muy buena recomendación.
Gracias, Josevi, ahora a esperar la segunda novela de la Capestan.
Me gustaLe gusta a 1 persona
A mi también me pareció muy cinematográfica, estaría bien una película. La próxima novela creo que está al caer.
Me gustaMe gusta
No conocía, pero me ha atrapado. Me recuerda a los mataos de «the wire», pero encima en París
Me la apunto ya.
Un beso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
The Wire es mi vergüenza, un asunto del que me tengo que ocupar ya. De estas vacaciones no pasa. Un saludo.
Me gustaMe gusta
Ya me lo he bajado. Por cierto, Paco no me ha dicho nada del libro que le envié… Lo tiene claro : ya no hay más.
Me gustaLe gusta a 1 persona
A plantarse, si señora.
Me gustaMe gusta