Los asesinos. Elia Kazan. 1972.

No podía menos que dedicarle una pequeña entrada a esta estupenda novela del conocido principalmente por su trabajo cinematográfico Elia Kazan.

Al principio tenía mis reticencias. Un autor acusado de colaboracionista con el macartismo. Esperaba una defensa a ultranza del american way of life con los intereses ultraliberales como motivación escondida tras su genial obra. Se me fundieron los plomos.

No sé si con esta novela pretendía limpiar su conciencia, después de verse acusado por parte de la gente del cine. Su película La ley del silencio en que intentó relacionar al sindicato de obreros portuarios con la mafia cuando no tenían nada que ver con ella era una muestra, cuando en realidad estaban conectados con ideologías comunistas. Una espinita.

Con esta novela, Los asesinos, denuncia los prejuicios de la sociedad norteamericana, más en concreto los privilegios que disfrutan los potentados, en este caso el estamento militar de los EE.UU.

ELIA KAZAN

La historia se inicia con el asesinato, irrebatible, de un hippie de finales de los sesenta por parte de un sargento de la Fuerza Aérea en el estado de Nuevo México. Se transforma en una pugna de las fuerzas vivas, abogados, fiscales, militares y dirigentes políticos, a través del juicio al acusado, mexicano para más información, al que intentan salvar de una condena segura reivindicando para ello justificaciones de índole ideológico. ¿Un juicio al criminal o a aquello que representa? Se tambalean principios.

En el fondo es cómo conseguir hacer prevalecer un modo de vida sobre las ideas de justicia de la que se jactan de representar. Y de los muros que se interponen para ello. Un juicio a una sociedad.

Así disfrutaremos de escenas en que los distintos protagonistas aprovechan para emitir discursos morales, políticos y actitudes siempre con una gran crítica social sobre la hipocresía de las sociedad americana.

Para hacérnolo mirar.

Publicado por

Josevi Blender

Absorbido por la novela y el cine, eso sí, negros.

3 comentarios en «Los asesinos. Elia Kazan. 1972.»

  1. Puede que esté equivocada, pero creo que Kazan no denunció a nadie que no estuviera ya denunciado, en el punto de mira y casi condenado por el macartismo. No fue un héroe como Trumbo, pero tampoco fue un colaboracionista como otros que no voy a mencionar. No soy capaz de exigir a la gente unas heroicidades que no sé si yo habría tenido.
    Este libro lo leí hace mil años en la misma edición del Círculo de lectores que pones al principio de la entrada. No recuerdo prácticamente nada, porque lo de los mil años es una exageración, pero poco.
    Un beso.

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