Quizá tenga que comerme mis palabra, pero…. una gran novela, perfecta, argumento comprobado, trama atractiva, personajes perfiladísimos física y psicológicamente, excelente ambientación de los rigores del decem austral en una comunidad rural de recuerdos thompsonianos , todo está muy cuidado, tratado, estudiado, planificado, corregido y el resto de ados que queráis adjudicarle. Pero…
Una enorme historia, de pretéritos imperfectos, de losas que nos acompañan a las personas reales hasta que la muerte nos separe. Genial narración de esquinas cuidadas que me hace acordarme de las últimas novelas ejemplares como las de Joel Dicker y su Harry Quebert, donde nada se deja suelto, libre a la imaginación e interpretación del lector. Nos lleva de la manita de principio al fin. Pero…
Es brillante, original, interesante, tanto magnífico que deja poco margen para emitir un juicio tanto objetivo como subjetivo. Redonda. Pero… deja pocos requicios en los que poder meter mano desde la perspectiva del lector, incompetente a la hora de abordar e interpretar el texto. Quizás es lo que demadan los consumidores de libros, poca libertad de pensamiento en un mundo que ha conseguido la liberalización y democratización del acto de leer eliminando la imaginación del lecor.. Pocas interpretaciones, muchas seguridades que nos afiancen como personas que exiben su manifiesto acierto a la hora de elegir los libros que leer. ¿Quién estaría dispuesto a decir que no es una buena y bien contada historia?
Aaron Falk es un investigador de delitos económicos que trabaja en Melbourne. Después de muchos años, y saltándose la promesa que había hecho de no regresar nunca, Falk regresa a Kiewarra, su ciudad natal, ficticia, en el sureste de Australia. Los padres de su amigo de la adolescencia Luke Halder le instan a quedarse para intentar esclarecer el suicidio y asesinato de Luke y toda su familia. Kiewarra es una ciudad destrozada por los rigores estivales donde la sequía y el calor alcanzan límites insorpotables y que está acabando con cosechas y una forma de vida secular.

Aún y así, es un buen ejemplo de la producción editorial actual, en la que autores noveles de los confines del mundo, con los acertados y pertinentes cursos de técnicas narrativas son capaces de producir obras literarias avaladas por público y ventas. Habría que preguntar a verdaderos críticos literarios sobre la calidad de la misma en todas las vertientes de esta reconocida internacionalmente «novela negra». ¿Qué pensáis críticos, os atrevéis con alguna dicrepacia? Supongo que no. Que vuestros sustentos no os lo permiten.
Pero esta novela también tiene aspectos que considero positivos, que para mí se fundamentan en la innovación dentro del género. La más destacada es la particular relación amistosa entre las fuerzas policiales local rurales y el policía foráneo urbano que intenta desentrañar el crimen por la incompetencia y pereza de aquellos. No es habitual en las novelas que entre ellos se establezca una relación de confianza y colaboración mutua desde nobles posturas. Lo lógico sería la confrontación entre entre ellos con una acusación recíproca de exceso de ego y de complejo de superioridad.
Otro aspecto positivo es la particular manera de narrar acontecimientos. En lugar de contar el suceso desde la posición onmisciente del narrador, se nos reproduce directamente la escena clave que el narrador intenta explicar. En el fondo es para que voy a contarlo si vosotros podéis leer lo que realmente sucedió. Pero es muy poco si nos debemos al análisis de todos los aspectos a juzgar para considerar de calidad una novela.
Las críticas desde luego no hablan mal:

El actual éxito editorial de Australia y traducida a no sé cuantos idiomas. Demasiado perfecta. No sé si esto es negativo o por el contrario avala su lectura. Cada palo que aguante su vela y cada uno se implique como quiera.

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