Uno de las grandes cintas de la época precode cuyo existencia trajo de cabeza a más de un censor y a más de dos asociaciones religiosas promoral pública tan de moda en los EEUU postcrisis del 29.
Dirigida por Conway en 1932 se aleja de cualquier convencionalismo. No se trata en sí de una película del género negro, aunque su importancia radica en el plantemiento de los resortes sociales disponibles para la mujer en una época en que la supervivencia era más un derecho que una opción.
Lil, interpretado por la más bella Jean Harlow, pelirroja deslumbrante (lástima que el cine en blanco y negro no nos permita disfrutar) trabaja como administrativa en la compañía del rico, apuesto y casado Bill Legendre Jr., enamorado perdidamente de su esposa Irene. Lil no se conforma con su nivel de vida y desea elevar su estatus social, por lo que no dudará en emplear sus más provocativas artimañas para romper el matrimonio del millonario Bill y proceder a su caza y captura. Pero no le basta con esto, desplegando un erotismo directo, descarado y agresivo, sigue con su estrategema de llegar a lo más alto.
Película imprescindible para los que deseen explorar la audacia en las temáticas sexuales que abordaba el cine antes de la censura, inaceptablemente escandalosa para los mojigatos religiosos de la época.
Estéticamente, aún es muy deudora del cine mudo, maquillaje, interpretación de los actores donde la expresividad corporal y facial tiene un gran desarrollo. El cantor de jazz se había estrenado tan sólo 5 años atrás.
Para aquellos que quedéis rendidos a los pies de Harlow, el sex-symbol de los años 30, que sin duda lo haréis, no podéis perderos sus más recordados papeles. El de esposa vulgar y graciosa, pero no estúpida, en «Cena a las ocho» de George Cukor y los interpretados en «Mares de China» de 1935, en una interpretación más agradable y donde desplega mejor sus cualidades de actriz, y Saratoga, de 1937, éstas dos últimas junto a Clark Gable.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡VIVA LA HARLOW!!!!!!!!!!!
Creo que no estoy de acuerdo contigo. A mí la Harlow me resulta un tanto excesiva y no me gusta. Claro que yo soy una chica y los gustos en estos son distintos. No he visto la película, pero por los diálogos que reproduces, parece tener un guión ingenioso e inteligente. Veré de hacerme con ella y más si manifiesta la crítica propia de quien no tiene que lidiar con la censura.
Un abrazo.
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En biografías de Marilyn reconoce a la Harlow como una de sus ídolos a imitar, pero para gustos los colores. Revolucionó al mucha gente en EEUU. Uno abrazo.
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