Me llamo Michèle Isola, tengo veinte años. La historia que les cuento es la historia de un asesinato. Soy el investigador, soy el testigo, soy la víctima, soy el asesino, soy los cuatro a la vez, pero ¿quién soy?
Así comienza esta novela que me recuerda bastante a Vestido de Novia, de Pierre Lemaitre, en la que los avezados novelistas negros franceses montan una muy buena historia con muy pocos personajes y gran contenido psicológico y humano.
En este caso una historia de identidades, en la que se propone la discusión sobre cuál es la esencia de la personalidad propia, la que los demás ven en nosotros, la que los demás dicen que tenemos o la que nosotros percibimos como propia.
A partir de un accidente y una muerte, esta novela se salta los estereotipos de la investigación criminal, ocultando los roles de los protagonistas, no está claro quién es la víctima, el verdugo, el instigador, en el marco de las relaciones de las distintas clases sociales.
En el cuento Cenicienta ésta es buena, amable, resignada, pero en esta historia, es una impostora, tanto si es culpable como si es víctima, aunque no lo sea en el sentido estricto de la palabra. Aún así caben tantos matices como lectores.
Es mucho más que una novela de asesinato e investigación, un libro denso y nada superficial que perdura al tiempo tanto estilística como argumentalmente.
Me lo apunto. Suena interesante
Las primeras frases que apuntas son intrigantes. Gracias!.
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A ti, Eva.
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Tomo nota, me parece muy interesante la trama y la complejidad del personaje.
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Es un personaje muy complejos, con reacciones poco predecibles. La trama también lo es. Gracias por pasarte. Un saludo
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