Sólo se vive una vez. Fritz Lang. 1937.

you_only_live_once_todo_negro_cartel1Segunda película de la etapa americana de Lang tras Furia .

Su argumento: Eddy, un delincuente de poca monta (Henry Fonda), condenado ya tres veces, es acusado de un asesinato que no ha cometido.  A la cuarta condena, pena de muerte, así, sin vaselina. Intenta rehacerse, con la ayuda de su esposa Joan, que esperó pacientemente el cumplimiento de la condena, pero la fatalidad le impide seguir el camino recto.

Fritz Lang se supo adaptar perfectamente a los preceptos que el código Hays del 34  imponía a las películas que optaran al estreno normalizado dentro de la industria cinematográfica americana de la época. El código se estaba implementando poco a poco pero inexorable.

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Una historia que quizás se supo colar a los censores, donde se muestra la tragedia que se vivía en Estados Unidos tras la crisis del 29, donde la miseria campaba a sus anchas, donde los presos no tenían otra salida más que la delincuencia, se les desechaba, sin contemplaciones, poniéndoles realmente difícil el abandono de la senda del crimen a todo aquel que alguna vez había caído en ella, fueran cuales fueran las circunstancias.

Como era preceptivo con el código, se imponía el castigo del criminal, en este caso incluso inocente, enmascarando una peligrosa ideología. El que mal empieza mal acaba, por designio divino, incluso tras la expiación de las culpas, los errores anteriores se acaban pagando aunque sea de una manera injusta e incluso ilegal, te acaba tocando con su maldita varita. Algo así como la justificación del karma. Eran otros tiempos.

Cinematográficamente, Lang empieza a consolidar su manera de hacer cine, sus planos rotundos, llenos muchas veces de lenguaje metafórico. Impactantes, nada utilizados hasta el momento, pero que se utilizarán comúnmente en las cintas de los años venideros.

Una de las mejores metáforas o alegoría que utiliza Lang en esta película, la tenemos cuando al inicio de la película, y tras salir Eddy de la cárcel y disfrutando de la luna de miel junto a su paciente esposa Joan contemplan una charca en la nadan relajadamente una pareja de ranas, sí de ranas. Eddy le dice a Joan: «permanecen juntas hasta la muerte, cuando muere una de las dos, muere la otra». Un atisbo de futuro, de visión de lo venidero que, por medio o por culpa del amor, se hará realidad en su propia vida. El señor Lang nos anticipa el final de la historia. Morirán juntos. Y enamorados.

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Una historia sobre las dificultades de la vida, sobre sus zancadillas, sobre la escritura con tinta indeleble en la página del destino trágico de la vida de quienes no tuvieron tanta suerte o que nacieron bajo el signo de la derrota.

En el fondo, una gran historia de amor. Me acordaba de la gran amor de los indomables Bonnie and Clyde.

 

 

 

Publicado por

Josevi Blender

Absorbido por la novela y el cine, eso sí, negros.

2 comentarios en «Sólo se vive una vez. Fritz Lang. 1937.»

  1. La vi hace mucho tiempo. Me llamó la atención lo de la rana porque además es mentira. Pero no hay que dejar que la realidad estropee una buena historia y esta, a pesar de la censura del famoso código, lo es.
    Preciosa reseña.
    Un beso.

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